25 de mayo de 2021 - Juan Manuel Paz Alegría
Si está en la universidad lo más común es que escuches mencionar la palabra "pregrado". Y puede ser además que tus maestros se refieran a ti y a tus compañeros como "alumnos de pregrado", porque simplemente están cursando una carrera universitaria.
Entraste a la universidad y te identifican como un alumno que inició sus estudios universitarios para poder llegar a optar por una "licenciatura" o como se le reconoce por un "grado académico".
También escucharás la mención constante de la palabra "posgrado", sobre todo cuando a continuidad de estudios se trata y la necesidad hoy en día más que nunca de especializarte y alcanzar estudios superiores necesarios. Es por eso que verás ofertas interesantes de especializaciones, maestrías o doctorados. Todos estos estudios son reconocidos como "estudios de posgrado".
En la actualidad el mundo demanda jóvenes capaces de alcanzar primeramente estudios de pregrado y luego seguir preparándose en estudios de posgrado, para no sólo tener mejor reconocimiento social, sino para poder contar con mayores oportunidades de trascendencia profesional.
En resumen:
Pero fíjate que hay algo en común con estas terminologías, y es precisamente que ellas denotan un antes y un después de la categoría llamada "GRADO". Por eso se reconoce un antes pre - grado y una que determina la continuidad de este: pos - grado.
Entonces podemos aprender que toda la vida estudiantil se resumió en alcanzar un "GRADO" profesional. Como si nos estuviéramos preparando para ese momento en el que a través de una "licenciatura". podamos ejercer una profesión. Y es por eso que al otorgarnos un título universitario, nos están otorgando una "licencia", una "autorización" para ejercer profesionalmente aquello en lo cual nos formamos y obtuvimos un GRADO.
Por lo tanto existe un antes y un después de nuestra carrera universitaria. Un antes que nos permite prepararnos par demostrar el grado alcanzado, el nivel obtenido y contar entonces con la autorización o licencia para ejercer. Y un después que nos permite especializar, pulir y darle fortaleza a ese grado alcanzado. Permitiéndonos así estar mejor preparados para un impacto profesional de calidad.
Si hoy te encuentras estudiando una carrera universitaria, preocúpate por realizar todos los esfuerzos necesarios y suficientes que te permitan alcanzar un grado que se traduzca en licencia para ejercer... pero a la vez preocúpate por continuar con esos estudios que se traduzcan en desarrollar y fortalecer tu profesionalidad.