DESTREZAS DE LITIGACIÓN

22 de septiembre de 2021 - Carlos Enrique Tun Quintal

EL DESCUBRIMIENTO DE LA VERDAD JURÍDICA EN EL JUICIO.

Una de las reformas más destacadas en México fue la del 18 de junio de 2008, en la que se reformó el artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos con el objetivo principal de apoyar a la exigencia ciudadana de transformar y dar un sentido más humano a la justicia penal, con un proceso acusatorio, pero sobre todo oral, con los principios de publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación.

En el nuevo diseño del procedimiento penal mexicano, con la denominación de un control horizontal de calidad de información que deberá ser ejercida por los abogados, nos corresponde a nosotros mismos determinar qué información entrará al juicio; a diferencia del control vertical, en donde le correspondía al juzgador ir delimitando la información que iba a ser admitida. Esto supone una gran responsabilidad para los abogados, ya que dependerá de sus capacidades, sus destrezas, sus habilidades el hecho de que efectivamente se lleve a cabo este control de calidad de la información que va entrando al procedimiento.

Entonces, ¿Qué necesitamos los abogados? Ahora se requiere contar con destrezas de litigación, que en sí, son el conjunto de habilidades y competencias para transmitir de manera eficaz y eficiente el mensaje al juzgador. Recordemos que el juicio hay tres verdades: la primera, la verdad de la parte que promueve la acción o parte demandante; la segunda, la verdad de la parte demandada o quién opone las excepciones que corresponden; y la tercera, la verdad del juzgador, la verdad del quien como tercero imparcial, tiene que decidir en el litigio y emitir su veredicto.

¿Para qué nos sirven las destrezas de litigación en los juicios orales? Estas destrezas sirven para ser más persuasivos, aumentar la capacidad que tenemos de convencer al juzgador que nuestra verdad, es única y es la que debe prevalecer. Al ser una audiencia oral, puede ser una audiencia preliminar o una audiencia de juicio, cualquiera está sujeta a ciertas formalidades, en el desempeño de cada una de las partes que en ella intervienen y particularmente en el desempeño de los abogados. Tenemos que estar muy atentos, desde la manera en que nos dirigimos al juzgador, el lenguaje que empleamos, y el ser muy cuidadosos con la selección de palabras a través de las cuales vamos a articular nuestras presentaciones verbales con la que daremos contenido a nuestros argumentos en las audiencias orales.

Es importante recalcar el tomar en todo momento en cuenta el lenguaje corporal, también llamado el lenguaje no verbal, entre los que destacan los ademanes que utilizamos mientras exponemos, la velocidad de la dicción, que tan lento o rápido hablamos y por último el volumen y la inflexión vocal, subir y bajar el tono de voz para que nuestro discurso no sea monocorde. Debemos estar permanentemente atentos a la postura del cuerpo, es mejor utilizar las manos que transmitan confianza, seguridad e incluso que subraye el mensaje, a tenerlos en los bolsillos, que en ocasiones suele transmitirse como inseguridad.

¿Por dónde empezar la lógica de las destrezas de litigación en juicios orales? Iniciemos desde la teoría del caso, que es el punto clave. La teoría del caso, no es otra cosa más que una metodología de trabajo, es una forma de trabajar que tiene como objetivo presentar de la mejor manera posible al juzgador los hechos relevantes, lo más importante del asunto jurídico. Construir una buena teoría del caso, nos garantiza un buen principio para litigar con éxito en las audiencias orales.

Existen tres elementos útiles para crear la teoría del caso. El elemento fáctico, que alude a los hechos; el elemento normativo, que visualiza el derecho aplicable, la norma; y por último, el elemento probatorio, que son los medios de prueba para acreditar la hipótesis que le presentamos al juzgador. La teoría del caso genera una historia, y es donde debemos asumirnos en una especie de directores de escena para que le presentemos al juzgador todo lo ocurrido, esta tiene que ser coherente, tiene que ser única, sin que se acepten versiones alternativas, tiene que ser clara y sencilla y sobre todo breve.

Otro punto importante para generar una buena destreza para el descubrimiento de la verdad jurídica, es el método de la defensa, la activa y la pasiva. La activa, narra los hechos de manera directa, es aquella que incorpora un relato propio de lo sucedido; la pasiva, es la que refuta la acción, no aporta un relato propio de lo sucedido, pero si puede decirle al juzgador que los términos en que se está presentando su teoría del caso el órgano de acusación no son los correctos.

Otra cuestión importante que debemos dominar en las destrezas tiene que ver con el interrogatorio, y es que, tenemos que proponernos cuatro objetivos principales que vamos a perseguir:

  1. Relatar los hechos. Plantearle al juzgador que fue lo que sucedió.
  2. Identificar a los personajes involucrados. Quienes participaron directa o indirectamente.
  3. Describir la escena de los hechos. ¿Cómo es?, ¿Dónde sucedió?, todo sobre el lugar donde ocurrió.
  4. Identificar los temas relevantes. Todos y cada uno de los puntos más importantes.

A través del interrogatorio vamos a introducir los temas de relevancia para el desarrollo del juicio, pero sobre todo tenemos que dominar el tema de las objeciones, que son las herramientas que nos van a permitir controlar que tipo de información entran en el juicio.

Es importante prepararse, capacitarse en destrezas de litigación de juicios orales, porque el principio de oralidad procesal se ha estado integrando en nuestro ordenamiento jurídico con mayor vigor y mayor fuerza, esto cambia la manera de trabajar de los abogados. El litigio ha cambiado y el desempeño que se espera es mayor día con día. La preparación, constancia, actualización, conocimiento y esfuerzo, son puntos clave para un mejor proceso y una excelente defensa.