03 de enero de 2022 - Daet Esquivel Guemes
Hace unos días me encontraba diseñando una actividad para mis alumnos de Licenciatura. Después de reflexionar al respecto, concluí que era un buen momento para utilizar los beneficios del juego en la clase. Definí mis objetivos, elaboré el tema de la sesión, diseñé el pequeño videojuego, conseguí ayuda para la parte tecnológica… y los resultados fueron positivos: mis alumnos jugaron y aprendieron.
Como docentes, en ocasiones dejamos de lado el valor que aporta el diseñar actividades innovadoras en favor de la rutina. Es por lo que hoy quiero comentarte sobre los beneficios que trae incluir el juego en el aula, así como su efecto en el desarrollo del área cognitiva, física, social y hasta emocional de los alumnos. Recuerda, por ejemplo, que durante la infancia se obtienen diversas habilidades mediante el juego, varias de las cuales son requeridas posteriormente en el contexto escolar.
En cualquier nivel educativo, las actividades recreativas en el salón de clase pueden hacer más fácil la adquisición de conocimientos si se tiene en cuenta que dichas actividades deben ser amenas y dirigidas hacia un aprendizaje significativo. Es aquí donde el juego, como actividad innovadora e interesante, toma protagonismo. Cuando el juego tiene un objetivo de aprendizaje se convierte en más que una forma de entretenerse; se vuelve de utilidad para los alumnos en la escuela, en la casa e incluso en la sociedad en general.
La importancia del juego dentro del aula de clases no debe ser subestimada. Es deber de cada docente encontrar nuevas formas de integrar actividades innovadoras a su trabajo en el aula, con la finalidad de proveer mayores oportunidades para el desarrollo integral de sus alumnos y puedes hacerlo ¡jugando!