07 de mayo de 2021 - Mario Gaspar Varguez Llanes
La pandemia causada por el virus SARS-CoV-2 (COVID – 19) que inició en marzo de 2020 en México, cambió drásticamente la forma de relacionarse de millones de mexicanos en diferentes ámbitos de la vida cotidiana, principalmente en el social y educativo.
Los primeros meses en el ámbito educativo fueron un proceso de adaptación, debido a que docentes y alumnos no se encontraban acostumbrados a trabajar de manera virtual, lo que propicio un cambio en el proceso de enseñanza y aprendizaje, es por eso que se podría pensar que al trabajar de esa forma no se logran los perfiles de egreso o que los estudiantes no están aprendiendo, pero es una equivocación, ya que ellos han desarrollado competencias en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación que les ha permito innovar y recrear su forma de aprender.
Durante las clases en línea la innovación ha jugado un papel fundamental en la forma en la que se han desarrollado, debido a que se buscaron nuevas formas de trabajar por parte de los docentes; sin embargo, los alumnos han ido descubriendo nuevas maneras de aprender y enriquecer su propio conocimiento, un claro ejemplo son las plataformas sociales que los propios estudiantes le han brindado un sentido educativo, como es el caso de Tik Tok o YouTube para hacer que los contenidos temáticos sean más entretenidos que de costumbre; también han comenzado a utilizar nuevas herramientas digitales para diseñar diferentes productos como son Canva, Genially o Venngage, entre otros.
Además de desarrollar habilidades digitales, los estudiantes son más autónomos al realizar los productos solicitados, lo que se ha podido percibir en las exposiciones o videos que graban, en los cuales han demostrado interés por entregar cada vez productos mejores, realizando guiones para elaborar sus contenidos, lo que les ha permitido identificar los principales errores que suelen cometer al escribir y hablar; asimismo, han mejorado su capacidad de análisis al tener que documentarse por ellos mismos, esto ha permitido desarrollar un pensamiento crítico, que demuestran al interactuar en las sesiones plenarias o de equipo.
Con lo anterior se puede concluir que los estudiantes al trabajar en línea han desarrollado capacidades de comunicación, indagación, análisis y reflexión, pero sobre todo han descubierto nuevas formas de aprender lo que les permitirá desenvolverse adecuadamente en los ámbitos profesional y social.